Pueblos en aislamiento voluntario
En la región amazónica ecuatoriana hay 2 pueblos indígenas en aislamiento voluntario (PIAV), son los Tagaeri y Taromenane, que habitan en zonas correspondientes al Parque Nacional Yasuní, territorio Waorani y la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (ZITT).
Sobre la base de las investigaciones disponibles actualmente se puede afirmar que los PIAV presentes en Ecuador son parte de la gran nación Waorani que históricamente ocupaba un extenso territorio ubicado entre los ríos Napo y Curaray y sus afluentes, atravesando la actual frontera con el Perú.
Los miembros del grupo de los Tagaeri son Waorani que permanecen aislados desde la década de los años 60, cuando se dio el contacto de los Waorani con los misioneros evangélicos. Tagaeri significa gente de Tagae y hace referencia al líder que se alejó de su grupo, los Piyemoiri del río Tiputini. Entre los Waorani contactados hay parientes directos en primer y segundo grado de los Tagaeri.
Los pueblos en aislamiento voluntario denominados por los Waorani como Taromenane, Iwene o Wiñatare, formarían parte de esta gran nación debido a que comparten un mismo tronco lingüístico, que es el Wao Terero, y un territorio común.
De lo que se conoce actualmente sobre los aspectos culturales de los denominados Taromenane, se ha podido identificar algunos elementos culturales:
- La forma y trenzado de las casas así como los materiales utilizados guardan gran similitud con los de los Waorani.
- Se han encontrado algunas canastas tejidas en fibra vegetal, utilizadas para carga, ahumado y conservación de carne, que igualmente son similares a las que utilizan los Waorani.
- Se han identificado huesos de presas de caza (pecarí o sajino, monos y aves), los mismos animales que constituían la dieta principal de los Waorani antes del contacto.
- Las casas se asientan en las zonas altas cercanas a humedales donde crecen las palmas de morete, cuyo fruto sirve de alimento para pecaríes y monos.
Las diferencias principales entre los Waorani y los Taromenane son:
- La forma de elaboración y los adornos de las lanzas de guerra y bodoqueras.
- La pronunciación de algunas palabras y el uso de otras diferentes.
- Los Taromenane no se perforan el lóbulo de las orejas y tienen algunas diferencias físicas, los Waorani manifiestan que son más altos, más fuertes y más blancos.
Hechos relacionados con los PIAV en los últimos años.
Desde el año 2003 se han registrado los siguientes hechos:
El 25 de mayo de 2003 se reporta una matanza no cuantificada contra los Taromenane realizada por el grupo Waorani de Babe y familiares de las comunidades de Tiwino, Bataboro y otros Waorani de comunidades cercanas, que históricamente habían mantenido diferencias y choques con los PIAV. En estas muertes, aunque los motivos son variados como guerras clánicas entre Waorani y PIAV, también hubo incidencia de la extracción ilegal de madera.
En el 2005 un maderero colombiano es muerto en un ataque realizado con lanzas por los Taromenane en el río Cononaco Chico.
En el 2006 los Taromenane atacan a varios madereros en el Cononaco Chico, causando dos muertos y varios heridos.
El 10 de mayo de 2006 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a los pueblos en aislamiento mediante el proceso MC-91-06. Las medidas cautelares habían sido solicitadas por diversas personas y organizaciones de la sociedad civil ecuatoriana en relación a supuestos hechos conexos con la muerte de PIAV.
En febrero de 2008 los Taromenane atacan al cocinero de un campamento maderero, quien logra huir y el 1 de marzo de 2008 en la misma zona del Cononaco Chico, los Taromenane matan a Luis Mariano Castellanos, maderero ilegal proveniente de Sucumbíos. Manuel Cahuilla, líder Waorani de la zona, llega hasta una de las casas de los Taromenane y, después de recibir amenazas, se retira del lugar sin ser atacado.
El 10 de agosto de 2009, la señora Sandra Zabala, y sus hijos Byron y Tatiana Duche son matados por los Taromenane al salir de su casa por una trocha que estaba abriendo la empresa eléctrica en la comunidad de Los Reyes. El hijo de 8 meses, Elquin Duche, es llevado por los Taromenane y será encontrado sano y salvo 2 días después por los pobladores que fueron en su búsqueda.
Según testimonios recogidos en el área, entre 2009 y 2012, los campesinos colonos de la zona de Dayuma hicieron varias incursiones en búsqueda de los Taromenane, como represalia por la muerte de Sandra Zabala y sus hijos. No hay evidencias de que los campesinos colonos de esta zona hayan atacado a los Taromenane, aunque estos regresaron con lanzas de PIAV.
Entre el 2009 y 2013 se reportan avistamientos de pueblos en aislamiento voluntario en el territorio Waorani, cerca de comunidades de colonos (Unión 2000, Los Reyes, Las Canelas), en plataformas petroleras y en la parte occidental de la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane.
El 5 de marzo de 2013, miembros del grupo Taromenane dieron muerte a los ancianos Waorani Ompore Omeway y Buganey Cayga, en un ataque con lanzas ocurrido cerca de la comunidad de Yarentaro, en el Cantón Aguarico y dentro del bloque petrolero 16.
En represalia por estas muertes los Waorani de las comunidades de Dikaro y Yarentaro, familiares de los ancianos muertos, organizaron varias expediciones en la selva en búsqueda de los Taromenane. Finalmente, el día 30 de marzo llegaron a una casa Taromenane donde mataron a un número aproximado de 20 personas, entre ellas una mayoría de niños/as y mujeres. Los atacantes secuestraron a dos niñas de 6 y 2 años que actualmente se encuentran actualmente viviendo en comunidades Waorani.
El 16 de enero de 2016 los PIAV atacaron a 2 Waorani de la comunidad de Boanamo, matando a Caiga Bahigua e hiriendo a su esposa Onenka, quien sobrevivió al ataque.
Se ignora el número exacto de personas que conforman estos dos grupos de PIAV, aunque se calcula que en la actualidad no exceden de 100.
Actores y problemática
Los principales interesados en esta propuesta son los propios PIAV que pretenden mantener su forma de vida ancestral sin sufrir agresiones ni invasiones de su territorio.
Las poblaciones colindantes conviven con la incertidumbre por la presencia cercana de los PIAV y necesitan conocer más su realidad para evitar hechos de violencia, estas poblaciones son:
15 Comunidades Waorani que están emparentadas cultural y lingüísticamente con los PIAV. Los Waorani son la última nacionalidad en ser contactada, en los primeros años de la década de los sesenta por la intervención de los misioneros del Instituto Lingüístico de Verano (ILV), quienes trasladaron a la mayor parte de la población al Protectorado de Tihueno, ubicado en las cabeceras de los ríos de la cuenca del Curaray. Cuando a finales de los años 70 se disolvió el Protectorado, las familias regresaron a lo habían sido sus territorios ancestrales, encontrándose con que una parte importante de estos territorios había sido invadida por los campesinos colonos, otras nacionalidades indígenas y las actividades ligadas a la industria petrolera. Esta situación se encuentra en el origen de muchos de los conflictos territoriales actuales.
Las nuevas comunidades que se formaron en la zona (en lo que era una parte de sus antiguos territorios) son las que se encuentran más cercanas a los lugares de habitación y movilidad de los PIAV. Son las siguientes: Tobeta, Miwaguno, Nampaweno, Yawepare, Ñoneno, Dikapare, Tiwino, Bataboro, Omakaweno, Boanamo, Bameno, Dikaro, Yarentaro, Guiyero y Timpoca. Estas comunidades tienen un total de 847 personas. Es imprescindible trabajar directamente con estas comunidades Waorani, ya que son ellas las que han sufrido en los últimos años los ataques de los PIAV y los que han respondido con acciones de retaliación y venganza. Por otra parte, por ser las más cercanas culturalmente, conocen los mecanismos culturales que pueden favorecer una cultura de paz y de convivencia entre ambos pueblos.
Para consolidar el trabajo con las comunidades de base se realizarán acciones de coordinación con las organizaciones de segundo grado de la nacionalidad que son la NAWE (Nacionalidad Amazónica Waorani del Ecuador) y la AMWAE (Asociación de Waorani de la Amazonía Ecuatoriana).
20 comunidades de campesinos colonos, llegados a la zona desde las distintas regiones y provincias del país a raíz de la apertura de vías generada por la exploración y explotación petrolera presente en la región desde las años 70 con el trazado de la denominada Vía Auca y las vías secundarias como la Vía Yuca, la Vía Zorros y Vía Pindo. La colonización ha ido avanzando paulatinamente en la margen derecha de la Vía Auca, llegando y sobrepasando en algunos casos los límites occidentales del Parque Nacional Yasuní, parte del territorio Waorani y cerca de los límites de la zona intangible. Las 20 comunidades son las siguientes: Rodrigo Borja, 12 de Febrero, Nueva Frontera, Nueva Esperanza, 8 de Abril, Los Reyes, Unión 2000, Las Canelas-Selva Alegre, Patria Nueva, Unión Familiar, Los Pinos/Alpes, Santa Rosa, 25 de Junio, Estrella del Oriente, El Futuro, La Forestal, Unión de los Ríos, Cristalino, Tigüino Colono y La Western. Son en total 7.644 personas, aunque no todas habitan de forma permanente en las fincas, ya que tienen su lugar de residencia habitual en la ciudad de Francisco de Orellana.
Los PIAV suelen llegar hasta las cercanías de las casas de las familias campesinas, el 10 de agosto de 2009 los Taromenane realizaron un ataque cerca de las comunidades de Los Reyes y Unión 2000 y mataron a una señora y dos de sus hijos adolescentes, también se llevaron a un niño de pocos meses de nacido que posteriormente dejaron abandonado en la selva. Las señales de presencia de los PIAV en las cercanías de las comunidades campesinas se repiten de forma constante. Sin embargo, es este colectivo el que menos conoce e incluso niega la existencia de los PIAV. Después del ataque de 2009, el Estado Ecuatoriano estableció en la zona una Franja de Seguridad que impedía la legalización de tierras en una extensión de 4km en relación con los límites del Parque Nacional Yasuní.
Entre los años 2013 y 2014 se delimitó dicha franja que pasó a denominarse Franja de Diversidad y Vida de Orellana, se midieron las tierras de la zona y se establecieron nuevos límites. En este proceso participó el FEPP a través de una consultoría con el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP) y se inició un proceso para legalizar las tierras que estaban ocupadas. La legalización en la franja plantea algunas limitaciones respecto al uso y manejo de la tierra por encontrarse en una zona de riesgo; actualmente el Estado está promoviendo un proceso de diálogo que permita una adecuada gestión de la franja. Sin embargo, los campesinos colonos son reacios admitir controles y limitaciones, derivadas de esta política de ordenamiento territorial. Esta actitud se relaciona con la mentalidad propia de los colonos respecto a los pueblos indígenas y la permanente ambición de colonizar nuevas tierras; esto ha generado una gran cantidad de conflictos territoriales entre los colonos y las nacionalidades indígenas, muchos de estos conflictos permanecen irresueltos desde los años 90.
Son las comunidades de Mandaripanga y Río Tiputini (Kichwa) y dos comunidades de la nacionalidad Shuar Tiguano y Peas. Estas 4 comunidades tienen un total de 429 personas. Los Kichwa presentes en la zona son llegados de la zona alta de la provincia de Napo y los Shuar desde las provincias de Pastaza y Morona Santiago, ambos grupos se instalaron en la zona durante los procesos de colonización. Aunque ambos grupos pertenecen a nacionalidades amazónicas y conservan su lengua y rasgos culturales propios, en algunos aspectos tienen comportamientos similares a los de los campesinos colonos.
Estas comunidades en algunas ocasiones han sentido la cercanía de los PIAV, aunque no hay noticias de que hayan realizado ni sufrido ningún ataque de su parte. Es importante que igualmente conozcan la realidad de los aislados y sepan cómo actuar en caso de cualquier evento relacionado con los mismos.
Los GAD locales de Orellana y Pastaza igualmente necesitan una mayor información para incorporar la realidad de los PIAV en sus Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDyOT), en sus políticas públicas y en sus herramientas de gestión.
Los hechos de violencia relacionados con los PIAV han generado en momentos concretos conmoción en la sociedad ecuatoriana y una preocupación seria en las autoridades del Gobierno Nacional, que actualmente está enfrentando una denuncia ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
La presente propuesta busca intervenir tanto en las agregaciones de sociedad civil organizada y sensibilizada frente al tema, poblaciones y comunidades locales, así como en las esferas estatales a nivel local y de gobierno central donde es posible incidir para la sanción de políticas públicas para el ordenamiento del territorio y la protección de los PIAV.